Las bayetas son un producto imprescindible para la limpieza de cualquier instalación. Nos ayudan a mantener limpias diferentes zonas ahorrando tiempo y esfuerzo. Sin embargo, no todas las bayetas son iguales. Es importante saber que existen diferentes tipos según el material de fabricación.
Bayetas de fibras sintéticas
Es el tipo de tejido más comúnmente usado porque se puede utilizar en la mayoría de las superficies. Suelen ser más efectivas debido a que las fibras contienen: poliéster, viscosa, acrílico…
Son absorbentes y muy útiles para la limpieza general en húmedo o en seco.
Bayetas de fibras naturales
Son un tejido suave y duradero fabricado con un material natural biodegradable que no emite fibras plásticas. Son una alternativa sostenible al clásico tejido sintético multiusos. Es un paño que se puede utilizar para limpiar diversas superficies como mesas, muebles de jardín, escritorios…
Bayetas de microfibra
Estas son telas muy duraderas ya que tienden a desgastarse menos y pueden durar hasta ocho años con poco cuidado. La microfibra es un material sintético muy fin hecho de telas no tejidas de poliéster y poliamida, también llamada microfibra. Suelen tener dos caras diferentes, una para dibujar y quitar la suciedad y otra para dar brillo a la superficie. Recogen muy bien la suciedad sin dejar residuos ni pelusas, lo que los hace perfectos para casi cualquier tipo de superficie, incluido el vidrio.
Bayetas para cristales
Como se mencionó anteriormente, los paños de microfibra son una buena opción para vidrios y espejos. Es cierto que también hay bayetas hechas especialmente para limpiar ventanas. Entre este tipo de tejidos destaca desde hace tiempo el tejido PVA.
Bayetas de PVA
Son bayetas de polivinilo de alcohol, una sustancia que impregna toda la bayeta limpiacristales para eliminar la suciedad de la bayeta al escurrirla, por lo que se suele decir que se autolimpian. Si bien, es recomendable lavarla tras varios usos para eliminar por completo todos los restos de suciedad.
Son bayetas para usar en húmedo ya que, de lo contrario, estarán duras y rígidas. Un truco que puedes utilizar para ahorrar producto y humedecer la bayeta es aplicar el producto limpiacristales directamente sobre la bayeta, en lugar de sobre el cristal. Una vez que termines de usarla, hay que enjuagar y escurrir para que se autolimpie y dejar que seque bien antes de volver a guardarla.
Son bayetas aptas para cualquier tipo de superficie y no dejan rastros de suciedad ni marcas en la superficie.